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Este blog estará siempre abierto a aquellos que de forma independiente y desinteresada deseen aportar su granito de arena para difundir y engrandecer la cutura de la tauromaquia en cualquiera de sus manifestaciones.

sábado, 9 de julio de 2016

Toquerillo: Raza de torero.

Hoy se jubila Carlos García Toquero, “Toquerillo”. No es el más mayor pero sí uno de nuestros compañeros más veteranos.

Debo confesaros que la primera vez que lo ví dudé. Le vi mayor y temí que la fragilidad que da la edad pudiera acabar en algún susto. Pensé que la voltereta iba a ser inevitable.

¡Cuánto me equivocaba!

Cuando planteamos el sorteo del primer tentadero en el que participaste, insensato de mí, traté de buscarte la posición más cómoda. Casi un insulto para un hombre como tú que tienes raza como para hacer veinte toreros.

Hoy con el tiempo, después de haber compartido tantas tardes, recordar aquellos tiempos hace que se me dibuje una sonrisa. Además tu venganza está cumplida y te la cobras cada vez que coincidimos haciendo apuestas sobre cuanto tardaré en rodar por la arena. Y te confieso que ver tu sonrisa pícara cada vez que me levanto del suelo masticando arena, hace que la voltereta tenga un punto divertido.

Pero ¿qué es tener raza de torero?

En tu trayectoria, Carlos, a lo largo de las distintas ediciones de nuestro taller de tauromaquia nos has dado un ejemplo constante de ello.

Raza de torero es no perderte jamás un entrenamiento.

Es ofrecerte siempre el primero para asumir los riesgos que provoca la incertidumbre de los animales.

Es no haber demostrado miedo ni un solo día en estos años.

Es ir hacia el animal siempre desafiante.

Es quedarte siempre muy quieto cuando es el animal quien viene hacia ti.

Es querer quedar siempre por encima de tus compañeros en el ruedo y saber ser uno más cuando se da puerta a la vaca.

Es tener cada día la ilusión de que tu mejor faena está todavía por hacer.

Y has querido celebrar tu jubilación con los más íntimos, como corresponde. Como debe ser dedicándoles a ellos un día de fiesta y la alegría de que pudieran disfrutar de tu compañía.




Y has podido celebrarla haciendo lo que más te gusta: torear.

Y con ello has escrito otra hermosa página en la pequeña historia de nuestro grupo de aficionados.

Por eso, desde aquí queremos desearte entre todos, que esta nueva etapa en tu vida sea larga, feliz y llena de alegría para ti y los tuyos.

Para nosotros, Carlos, nos reservamos el placer de seguir admirando y compartiendo contigo tu amistad y esa raza desbordante de torero en las muchas tardes que estamos seguros de que nos quedan por compartir.


jueves, 7 de julio de 2016

El hilo de la historia

En el toreo pocas cosas ocurren porque sí. Todo tiene un porqué, una intención que carga de sentido las cosas que se hacen.

Cuando programamos esta edición –la séptima ya- de nuestro taller de tauromaquia para aficionados prácticos quisimos tener un encuentro con la historia del toreo.

Acercarnos al manantial y beber de la fuente de la torería.

Porque a torear tal vez se pueda aprender, pero la torería es un don, un privilegio que sólo algunos pocos elegidos atesoran.

Se habla mucho de la técnica, de cómo resolver los problemas que plantean los animales, de la “pata-alante”, de los cánones del toreo y sin embargo pienso que lo que de verdad distingue a los toreros es la torería.

Y si de torería hablamos, encontramos en la historia del toreo (y que me perdonen el exceso) un raceador excepcional: Manuel Mejías Rapela, el Papa Negro.

Manuel Mejías Rapela. El Papa Negro.
Engendró una larguísima reata de toreros de la que queda un último eslabón Miguel Bienvenida. Tuvo a bien aceptar nuestra invitación y quiso hacernos el honor de compartir no un día sino dos con nuestro grupo de aficionados.

Y si tuviera que describíroslo en tres palabras no tengo duda: castizo, torero y maestro.

Se implicó en el tentadero desde el primer momento y repartió lecciones y consejos con el ejemplo.

Miguel Bienvenida: castizo, torero y maestro
Sentí una emoción especial al verle torear. Sentí el vértigo de la historia que por un día salía de los libros para demostrarnos que todo lo que había leído era verdad. Que existe, que no es inventado, que hay una forma especial de ir al toro, que delante de él hay que torear con alegría, que al acabar cada tanda hay que salir de la cara con gracia, orgulloso, desafiante y pícaro. Sentí que un Bienvenida nos dio en privado, en el campo, sólo para nosotros, una lección completa de lo que es la torería.

De modo que con él como torero invitado, celebramos nuestro tercer tentadero de la temporada en la Quinta de Tierz, la finca de nuestro amigo César Mata quien una vez más nos abrió las puertas de su casa en una jornada extraordinaria. 

Torería en el maestro y clase en los animales. ¿Quién podía estar mal un día como este?

Para mí algo más que un grupo de aficionados, una familia 

En la que tenemos jóvenes que dan sus primeros pasos;

otras que ya aguantan la embestida furiosa de la becerrilla;

y otros que comienzan a quedarse quietos y a descubrir el toreo.

Una familia que nos da cada día ejemplos de modestia y afición,

y de que si uno no se rinde, al final llega el día de gozar del toreo.

Alegría de ver que cuando se tiene el veneno en el cuerpo nada se pone por delante.

Que siempre hay alguien pendiente de nosotros por si algo pasara

Que algunos torean como el que lo inventó.

Que cada uno marca su estilo, suave, arrastrado

O vertical. Hay tantas formas de torear como toreros.

Pero la suavidad y el temple son ley para destacar.

Y la pasión y la entrega la clave para la expresión

Y caben el arrebato y la personalidad

la generosidad de torear para el animal olvidándose de uno, 

y la gratitud hacia quien fue el verdadero artífice de esta tarde.

Porque lo mejor del toreo es ante todo vivirlo,

Recorrer el camino del aprendizaje,

Notar que se progresa.

Fijarse metas y alcanzarlas.

Querer hacer las cosas bien

Y hacerlas bien de verdad

Mantener tu personalidad

Y ser cada día mejor.


Posdata.
En esta temporada, la historia de nuestro taller también pasó por las Plazas de Toros de Valladolid y Olmedo.

Sitios que invitan a torear

Sitios, donde amparados por la historia de sus murallas

comprobamos que a los niños les sigue gustando jugar al toro tanto como a nosotros.

Un sitio donde de repente, sin buscarlo, se hizo presente ante nosotros el verdadero hilo de la historia.