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lunes, 17 de febrero de 2014

Serrín y Azabache

La Fuente de San Esteban es uno de los lugares míticos del campo bravo salmantino.

El ambiente es especial. El aire huele a toros y a toreros. Todo el mundo tiene pinta de ser aficionado. Como dice mi amigo José Pascual, parecería que en el momento de la inscripción en el registro de cada recién nacido le entregaran al padre la gorrilla campera que consagra el nacimiento de un nuevo aficionado.

Y esa afición, que se ha transmitido de padres a hijos, perdura por siempre y lo inunda todo.

Aquí, los recuerdos taurinos impregnan todos los rincones de la vida cotidiana y sus vecinos, no importa su ocupación, se me muestran revestidos de una pátina de añeja torería.

No hace mucho, descubrí allí un lugar fascinante: la carpintería de mi amigo Ángel.

- Acompáñame Felipe. Quiero que conozcas mi taller. Quiero que veas lo que hacemos.
- Por supuesto.
- Aquí trabajo yo, con mi padre, mi tío y mi primo.


El olor de la carpintería me resultó familiar y entrañable. Cálido a pesar del frío de febrero. Hablamos de toros y de toreros. Me contaron historias del gran Paco Pallarés, de Julio Robles y de uno al que entonces llamaban Córdoba. Un maleta con flequillo. Un robagallinas, que anduvo por La Fuente mientras hacía tiempo y oficio y que un día acabó mandando en el toreo.

Recuerdos de historias deliciosas que  inundan un sitio en el que, entre bancos, cepillos, gubias y serruchos, las espigas, lengüetas y colas de milano se ensamblan al compás.

Serrín y azabache: es vuestro taller un sitio en el que despacio, con arte, las cosas surgen macizas como el toreo grande.

Enseguida me di cuenta que todo encajaba, que el destino no me había puesto allí por casualidad. Y que esta nueva aventura torera que preparaba Ángel no podía fallar. No te podíamos fallar.

Porque fue él, Ángel, quien se fue ocupando con la paciencia y el detalle del ebanista de preparar una a una, en laboriosa taracea, todas las piezas necesarias para ofrecernos un día inolvidable.

Y bordó la filigrana de juntar para nosotros un lugar emblemático, la plaza del cruce de Cuatro Caminos, el sol luminoso que, haciendo un paréntesis en el invierno salmantino, anticipa por un día el despertar de la primavera, la bravura seca y exigente del ganado que no regala nada y un callejón repleto de toreros y amigos dispuestos a jalearnos y vernos disfrutar.

Cuando llegó mi turno, al pisar la arena de la plaza, no se vosotros, pero yo me sentí torero. Y saboreé mis primeros pasos pensando que ponía mis pies sobre las huellas de Julio Robles, de Capea, de Juan José de José Inacio Sánchez, huellas de toreros buenos.

Te aseguro Ángel que no podía desperdiciar un regalo como este así que levanté la cara, cerré los ojos, y llenos los pulmones con el aire bravo del campo charro abrí el capote para dibujar tímidamente mi primer lance del día. Fue mi forma de darte las gracias.


Para los demás os dejo esta galería, 2 imágenes de cada uno, poco más que un telegrama para resumir el enorme nivel que demostrasteis y dejaros testimonio de mi admiración y del enorme privilegio que supone para mí compartir ruedo con todos vosotros.
Foto de Grupo

Ángel Carreño

Ángel dejó aquí uno de los muletazos más importantes de la mañana por la dificultad de la vaca

¿Se puede debutar mejor con una erala?

Guillermo Domínguez

Willy Huertos

Uno de los muchos chispazos de arte que nos regaló Willy

José Manuel nos acompañó y es autor de casi todas las fotografías

... a cambio de un par de lances.

José Pascual

... un pase de pecho que llegó hasta Roa.

Juan Mateos tragó cuando había que tragar...

...  y nos dio otra lección de toreo encajado

Juanito en la mañana dio mejores pases, pero estos dos a esta vaca son pocos los que lo hubieran logrado

Mucho mérito con este animal

Manuel Alejandre tremendo

 y como siempre calidad extra.
Nacho García Amado

Lesionado y sin apenas poder mover las piernas nos dejó este par de muletazos


Sergio, estuvo bastante mejor de lo que él mismo se cree

A ver quien mejora este natural con lo que empuja la vaca

De este no digo nada...

... que luego se lo cree.

3 comentarios:

  1. Y tuvo que ser en "El cruce", Felipe, donde cambiaste la prosa por el verso...enhorabuena a ti y a todos los participantes, a los que conozco y a los demás, es para estar orgullosos. Viva la afición a los toros y los aficionados prácticos...aunque como esto siga así hay que añadir otra categoría: torero aficionado. Alberto Marcos Morante

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  2. Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que viendo las fotos uno no se hace una idea real de lo complicadas que fueron las becerras. Sólo hubo una realmente buena. Las demás fueron una prueba realmente difícil. Si se mide a los toreros por lo que tuvieron delante hay algunos pases de enorme mérito.

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  3. Ángel es especial. Su pasión son los toros y su gente. Me alegra que la jornada saliera bien...me consta que puso mucho esfuerzo e ilusión.
    Gran corazón....gran carpintero con grandes maestros. Rosa.

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